Los medidores de turbidez se utilizan comúnmente como parte de la inspección de la calidad del agua para determinar la protección del recurso hídrico, además de para verificar cumplimiento con los estándares de la industria o estándares de calidad del agua apropiados. Además, los medidores de turbidez se utilizan para investigar posibles efectos nocivos en el agua, tales como derrames de petróleo, fertilizantes o fertilizantes para cultivos.
La turbidez en el agua es una medida común para indicar la cantidad de partículas, como placas bacterianas, arcilla, limo, algas, sedimentos, hierro o cualquier otra sustancia sólida suspendida en el líquido. El control de la turbidez es esencial para el tratamiento del agua, porque los niveles altos pueden indicar una mayor cantidad de microorganismos no deseados, como partículas orgánicas y minerales, y además puede tener un impacto sobre la calidad del agua potable.