Existen numerosas aplicaciones para centrifugas para laboratorio específicas. El análisis de cromatografía se utiliza con frecuencia para separar sustancias de una mezcla de compuestos muy relacionados, que no pueden separarse eficientemente por otra técnica de separación. Por lo tanto, usando una centrífuga de laboratorio específica, los datos se obtienen con mayor precisión y exactitud. Esta medición se usa ampliamente en la industria para analizar medicamentos, alimentos, productos químicos y otros materiales.
Otra aplicación común de estas centrífugas son los experimentos con cultivos celulares. Estos experimentos usan centrífugas específicas para separar las células suspendidas en un medio líquido. Estos experimentos, a menudo, se usan para el estudio de la interacción entre bacterias, enfermedades infecciosas y el cuerpo humano. Algunas de estas centrífugas pueden incluso permitir la visualización de los resultados en tiempo real.